Con esta metáfora espacial, Zambrano dirige la mirada a nuestra sensación de lo liminal. El dintel, bien sea de una puerta o una ventana, señala el lugar de transición entre dentro y fuera, entre el aquí y el allá; el punto de acceso físico (en el caso de la puerta) o visual (en el de la ventana) tras el cual se sitúa un espacio diferente. Estar frente a un dintel conlleva ver otro espacio diferente al que nos encontramos, otra realidad, hacernos conscientes de su existencia, sin todavía llegar a acceder a ella.

En Persona y democracia (1958), Zambrano nos explica respecto a la historia que no es que “se produzca solo en la simple continuidad, sino que existan dinteles, situaciones límite, en las cuales el conflicto no puede permanecer” (2011, III: 403). En este contexto, el dintel, por un lado, refleja el periodo inmediatamente anterior a un cambio histórico cualitativo y, por otro, hace referencia a su concepción no lineal del tiempo y de la propia historia.

Información extraída y adaptada de ‘Umbrales y dinteles: El papel de lo liminal en el pensamiento de María Zambrano’. Revista Antígona, 7 (2020): 20-29. ISSN: 1887-6862